La sabiduría de la Cabalá explica que todos vinimos con un objetivo primordial para superar el estado de sufrimiento y mejorarnos: ampliar nuestra recepción de Luz. Este fenómeno se representa con el concepto de la vasija y abarca todos los planos de satisfacción de nuestra vida.
El hecho de ampliar la recepción de Luz permite incluir más satisfacción en nuestro entorno y sólo pasa cuando creamos un nuevo espacio dentro de nosotros, permitiendo que la Luz fluya. Por ello el término crear vasija de recepción se refiere a permitir que la Luz penetre en nuestra conciencia.
Aunque suene demasiado espectacular, este principio es quizás el misterio más grande jamás cifrado.
¡Ampliemos nuestra vasija!
¿Por qué somos vasijas?
La Kabbalah explica que nuestra configuración elemental está basada en una sola cosa: el deseo de recibir. Es por esto que por lo general basamos nuestros pensamientos en cuánto nos falta, cuánto dinero nos gustaría ganar, cómo nos gustaría que fuera nuestra pareja… es todo un paquete infinito de peticiones y deseos de recibir hacia el entorno.
Esta sabiduría explica que cuando prescindimos de éste, la vasija se atrofia. Una vasija no puede vivir feliz sin deseo. Es más, ¡deseo es todo lo que somos! ¡El deseo es nuestra esencia! Y cuando una vasija gestiona el deseo con entusiasmo y responsabilidad, puede convertirse en todo lo que desee.
El problema no es el deseo, ¡es la mala gestión del deseo!
La Kabbalah nos enseña que una Vasija ha de desear pues fue creada para recibir. El gran reto de la Vasija es aprender a recibir sin vergüenza y sin rechazo. Para ello, la Vasija ha de remover todas las incorrecciones que le impiden disfrutar de la recepción de Luz.
Recordemos que las Vasijas fueron, según la Kabbalah, creadas por el Creador, que actúa en todo momento de proveedor de Luz. En la esencia del Creador se halla el placer de dar infinitamente. Si esto es cierto… el problema no reside en el proveedor… ¡El problema se halla en la Vasija!
Nosotros, las vasijas, hemos venido al mundo para ampliar nuestra capacidad de recepción. El motivo es muy sencillo: permitir que mayor cantidad de Luz penetre en nuestra vasija trae todas las bendiciones que pedimos y deseamos. Dicho más concisamente, para revelar todas las bendiciones que pedimos debemos ampliar nuestra vasija, o no permitiremos que haya espacio para las bendiciones en nuestra vida.
El gran problema reside en el hecho de que hay una fuerza negativa que se opone a que ampliemos la Vasija. Esta fuerza negativa está dentro de nosotros y es en ocasiones indefinible, intangible e impredecible. Actúa de forma reactiva e ilógica, aunque emplea la lógica para legitimarse a sí misma. Como digo, está dentro de nosotros y lo llamamos en Kabbalah “la fuerza que se opone”, u Oponente. En arameo, Oponente se dice Satán.
¡No te asustes, Satán no es un ser con cuernos y rabo! Es sólo la fuerza negativa que permite que revelemos más Luz en nuestras vidas. Su existencia forma parte de un plan de desarrollo y evolución diseñado para todas las Vasijas. Está bien que exista esta fuerza negativa, pues esto permite que las Vasijas puedan expandirse y permitir que las bendiciones penetren en sus vidas.
¿Por qué la misión de nuestras vidas, según la tecnología de la Kabbalah, es ampliar nuestras vasijas? Para fortalecernos espiritualmente frente a esa fuerza negativa y revelar todas las bendiciones.
En Kabbalah hay diversas herramientas para ampliar nuestra vasija. La más famosa y recurrente es la que llamamos proacción. Esta herramienta permite que la reactividad de la fuerza negativa no se apodere de nosotros, así como corregir las incorecciones que permiten que en nosotros emerja la ira, la pena, el pánico, el miedo, la tristeza o cualquier manifestación que genera sufrimiento.
Podemos emplear una técnica sencilla que combina la proacción con el mismo principio de la amplitud de Vasija. Para esta técnica emplearemos una libreta, en la cual escribir nuestros objetivos. Recuriremos a esta libreta en todo momento que lo precisemos, sin necesidad de depender de ésta de forma continuada.
Esta técnica la llamaremos “amplitud de la Vasija” y la podemos aplicar a través de los siguientes pasos:
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Descubrimos un doloroso obstáculo. Vamos a trabajarlo conscientemente: expresa y define el obstáculo, sin temor ni vergüenza. Recuerda que estás trabajando para ampliar tu vasija, no para definir quién eres. ¡Estás caminando hacia una mejor versión de ti mismo!
“No soporto a día de hoy que el dinero domine la vida de todas las personas. Siento ira y rabia e impotencia por ello.”
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Apuntamos como objetivo en nuestta libreta la amplitud de la Vasija en este hecho concreto.
Tómate tu tiempo y expresa conciencia en cada palabra y concepto. Estás transformándote por dentro.Podemos hacerlo de la siguiente manera:
“A día de hoy amplío mi Vasija en mi relación con el dinero”.
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Párate un segundo a reflexionar lo siguiente: ¿Estás de verdad dispuesto a ampliar tu Vasija y transformar tu personalidad para siempre? Puede ser una paradoja, pero muchas personas realizan el trabajo de amplitud de la Vasija deseando no ampliar la Vasija. Esto se debe a que el Oponente, esa fuerza negativa, nos hace creer constantemente que llevamos la razón y por tanto no debemos ampliar nuestra vasija, sino reafirmarnos en nuestras incorrecciones. Un ejemplo de esto puede ser un caso injusto de reparto de herencia: ampliar nuestra Vasija no está en el hecho de pelear y combatir por la herencia, sino trabajar interiormente para dejar de depender de este hecho externo como fuente de satisfacción y felicidad. ¡Paradójicamente, cuando ampliamos nuestra Vasija permitimos que la herencia entre en nuestra vida!
Otro caso práctico aplicado a las parejas puede ser el siguiente: una persona extremadamente celosa, la cual justifica su ira con razonamientos lógicos, puede ampliar su Vasija para compartir impresiones sobre la belleza de personas ajenas a ambos. Esto parece un milagro, pero se llama amplitud de Vasija. ¡Si se descuidan y amplían demasiado, quizás podrían acabar estableciendo una relación abierta!
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Si has llegado a la certeza de que sí, quieres ampliar tu Vasija, ¡enhorabuena! Estás a un paso de tu gran transformación personal. Ahora anota lo siguiente en tu cuaderno:
“Tengo la certeza de que deseo ampliar mi Vasija.”
Es preciso de corazón que centres tu conciencia en esta certeza y en este deseo. Empápate de estos sentimientos el tiempo que consideres necesario.
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Acto seguido pide a la Luz del Creador que transforme tu Vasija y revele Luz en tu deseo. Para ello la herramienta más efectiva es el entusiasmo. Puedes hacerlo con el siguiente decreto:
“¡Luz del creador, me entusiasman todas las bendiciones existentes en la amplitud de esta vasija!”
Siente de veras en entusiasmo que se encontraba oculto. Permanece el tiempo que requieras. Cada persona tiene su propio ritmo: hay quienes invierten unos minutos en todo el ejercicio y quienes están horas trabajando en ello. Yo te recomiendo que lo hagas fácil y rápido: determina, siente, sonríe y preserva la certeza.
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Por último cierra el trabajo de hoy. Has creado espacio nuevo en tu Vasija. Has revelado nueva Luz en tu vida, así que plasmémoslo en nuestro siguiente paso:
“He ampliado mi Vasija en mi relación con el dinero”.
A continuación cierra la libreta y desentiéndete hasta tu próxima jornada de trabajo espiritual. Puedes realizar este trabajo cada día, por la mañana o bien por la tarde.
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