La Gratitud como tecnología

Sabemos que la Kabbalah se define como una sabiduría que revela tecnología espiritual para mejorar nuestra vida. Esta disciplina o ciencia se llama Maasé Merkhavá y explica cómo podemos actuar con herramientas que fortalezcan y revelen el poder de nuestro ser intangible.

Una de las herramientas más comunes – y peor empleadas – es lo que denominamos gratitud. Pero… ¿Cómo puede ser que ésta sea una herramienta de tecnología espiritual? Veamos más detalladamente.

La sabiduría de la Kabbalah revela desde hace miles de años que la gratitud es uno de los tres canales de expresión del gen divino. Esto quiere decir que esta energía estructura en virtud del poder de los reinos superiores toda nuestra existencia para que ésta revele satisfacción constantemente.

Para expresar gratitud en nuestra vida podemos emplear el siguiente método: cultivar diariamente la Intención real de abandonar la conducta autodestructiva de la queja.

Parémonos un instante en este punto para hacer unas breves reflexiones. Cuando algo desagradable o inesperado nos sucede sentimos la certeza de que la queja está justificada. Por ejemplo, cuando aparcamos el coche en zona de pago y recibimos una multa por superar el tiempo límite. Podemos optar por quejarnos o bien podemos convertirnos en la causa de nuestra forma de reaccionar:

Toma Responsabilidad

Es en ese momento crítico cuando empeoramos estructuralmente nuestra vida, desde la raíz. ¿Por qué optar por crear gratitud en todo momento? He aquí unas razones:

  1. Quejarse no vale para nada.
    Puedes explotar y demonizarte, verter improperios sobre lo injusto o incluso romper la reputación de una persona por sus actos innobles, pero en última instancia no estás haciendo absolutamente nada productivo por el mundo y por ti mismo. De hecho, estás haciendo lo contrario…
  2. Quejarse sólo crea creencias y sentimientos negativos.
    En el momento en el que manifiestas la queja estás creando un pozo de negatividad y enterrándote en él. ¿Es eso lo que quieres para ti? Más bien podrías emplear la información útil que has obtenido tras la experiencia dolorosa informando, por el mero interés de ayudar a otras personas, a quien se deba del peligro que pueda existir. Por ejemplo, un conocido te ha timado en un negocio, aprovechando que volcaste tu confianza en él. Destruir su reputación por el placer de obtener Luz a través de la venganza sólo generará lo que en cabalá se llama desconexión con la Luz. Sin embargo, podemos alegrarnos de que hemos destapado a ese tipo y podemos poner la información obtenida en manos de las personas que estén expuestas a su timo. La Luz se halla en el deseo de compartir para mejorar el mundo.
  3. Al crear un campo de Gratitud estás sintiéndote bien. La fuerza de la Gratitud genera bienestar inmediato. ¿Sabes por qué? Porque nos conecta de forma equilibrada con la Luz. Simplemente por el hecho de que nos hace sentir bien deberíamos optar por emplear esta tecnología.
  4. La energía de la Gratitud genera conexión con el sustento. Es decir, cuando creamos un campo de Gratitud en nosotros permitimos que más abundancia de cuanto agradecemos se revele en nuestra realidad. Esto está explicado científicamente en la sabiduría de la kabbalah en la ley del parnasá.
  5. La Gratitud es una tecnología que permite corregir eventos del pasado.
    Esto puede sonar demasiado fantástico, pero la fuerza de la Gratitud permite que la Luz fluya por todas nuestras carencias, corrigiéndolas y curándolas. Cuando nos concedemos el mérito de ser felices y nos permitimos manifestar Luz en todo momento, la vida comienza a estructurarse en torno a los fundamentos de la satisfacción que vinimos a revelar.

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