En la consulta del tarólogo

Un chico de treinta y dos años acude a la consulta de un señor tarotista, llamado Aldrich. Está muy excitado y feliz porque le han recomendado, por lo visto es un profesional excelente. Lleva mucho tiempo queriendo tener una experiencia con el Tarot, pero tiene mucho cuidado porque sabe que el mercado es muy dispar y no quería ir a un profesional sin antes cerciorarse de que era de calidad.
Nada más entrar en la consulta, el consultor le pide que se tumbe en el diván. ¿Un diván? ¿En una consulta de Tarot? El consultor, acto seguido, le mira y toma aire. Le pregunta cómo se siente. Y el consultante, algo perplejo, le dice que feliz pero algo nervioso, porque tiene muchas expectativas en la consulta. Ha sido recomendado por una persona de la máxima confianza. 


El consultante se relaja en el diván, mirando hacia el cielo. Casi dándole la espalda, el consultor hace un gesto con sus manos y hace una pausa dramática.

  • El corte es el arcano del Loco, una inmensa fuerza de caminar hacia delante que es tan potente que casi es imparable, y sin embargo, le arrastra porque ni siquiera siente hacia dónde va, aunque bien piensa que tiene objetivos y que debe ir a por ellos… camina hacia delante sin mirar, buscando una vida mejor, esperanzado y sabiendo que el futuro es un escenario de esperanza para sus propias metas. Lo que implica que esta enorme energía que le empuja es benéfica, y que si se planea de forma correcta conseguirá el objetivo que tiene en mente para ordenar su vida y cubrir todos los frentes: el económico, el laboral, el amoroso, etc. 
  • Así es, así es como me siento últimamente. 
  • Interesante. El Tarot expone que su primer arcano, tras el corte, es el mago. Es un joven entusiasta que tiene en su cabeza un «truco de magia», esto es, un trabajo y una labor que requiere esfuerzo e inversión de tiempos y recursos, que sin embargo es totalmente posible llevar a cabo y más le conviene tomarse en serio, porque ambos arcanos juntos, El Loco y el Mago, indican que no es cosa baladí, sino que es una cuestión de vida. ¿Implicaría que usted fuera autónomo? 
    El consultante queda callado unos segundos. 
  • Sí, o al menos tendría mucha libertad. 
  • Comprendo. Creo que el Tarot reseña que usted necesita esa libertad para sentirse psicológicamente cómodo. No es usted fácil de atar a la rutina. 
  • De hecho, la rutina me incomoda. 
  • El Mago es un personaje creativo y con una estimulación interna alta. Aproveche esos fundamentos para encauzar sus proyectos y ordénese, porque el mayor problema del Mago es el eterno comienzo: pronto se le ocurre una nueva idea, abandona la anterior… 
  • ¡Es cierto! Eso me pasa mucho. ¡Parece que esté hablando de mí!
    En este momento, el consultante se da la vuelta. Mira al profesional, que está relajado en su escritorio, con una única libreta en la superficie. No hay ni una sola carta. El consultante queda estupefacto.
  • ¿Y las cartas? 
  • ¿Cartas? 
  • Sí, usted me las está leyendo…
  • Joven, yo en ocasiones hago Tarot, no cartomancia. Soy psicólogo colegiado. Y ahora, comencemos la consulta.

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